martes, 21 de octubre de 2008

la gente es lo que come

La gente es lo que come. No busques más. No quieras encontrar motivos o razones. Simplemente se da.
Yo no quiero excusar ningún comportamiento, tampoco pretendo ser indiferente a lo que se me acusa. Yo soy culpable, al igual que el resto. Ya no quiero más victimarios, ya lloramos demasiado. Y nunca me gustó llorar ni que la gente llore. Me aburre y me destruye. Un poco.
La gente es lo que come. Yo te entiendo. Te entiendo y te quiero. ¿Pero por qué? ¿Qué esperamos? Las soluciones no caen de arriba, no todavía, y por más que estiremos nuestros cuellos hasta el cielo, no va a llegar. No así.
Pero ahora vos, que crees sabértelas todas, vos decime ¿Cómo hago? ¿Cómo me acerco hasta tu presencia sin ser rechazada por esa pared que nos aleja? ¿Cómo puedo lograrlo si sos vos mismo el que pone un ladrillo arriba de otro?
Quiero decirte que te quiero, y no puedo. Las palabras frenan en mi boca, justo cuando por fin creía lograrlo. No puedo, y encima esto. Estoy jugando un partido sin arquero, y te cobras todos los penales. Quiero decirte que te quiero, acariciarte el alma. Quiero mirarte con ternura, que entiendas que no estas solo. Que siempre estuve. Que siempre estuvimos. No mires atrás, mira hacia delante. No recuerdes lo que comiste, recorda lo que comes. Vos mismo me enseñaste a mí que el mundo esta lleno de basura, no esperes más.
La gente es lo que come, yo ya lo entendí. No espero más motivos por tales comportamientos. Estoy en falta. ¿Qué puedo hacer? ¿Caminar hacia atrás? ¿Retroceder el tiempo tan solo un par de años? Ya está, yo no puedo carcome la cabeza más. Soy una especialista para inundar mi cerebro de pensamientos negativos y culpa. ¡Basta!
No sé por qué siento que cuando termine de escribir este texto algo va a cambiar. Siempre tuve pensamientos estúpidos como estos: Un poquito de esperanza, no perder mi ingenuidad. Ni siquiera pretendo que te enfrentes a mi vedad. No tengo tanto valor, nunca fui muy fuerte.
La gente es lo que come. ¿Qué más puedo agregar a esta bola de culpa y sentimientos? Lo quiero soltar, quiero que salga sin obligar. No me gusta actuar en contra de mis convicciones, ni sentir más allá de mis sentimientos, ni hablar cuando solamente quiero callar. Yo sé que el tiempo se va. Sé que prometí cambiar. Sé tantas cosas que envidió la mente del nato ignorante.
Perdón, te quiero. Ruego porque te lleguen en verdad. Perdón, dije. Te quiero mucho. Una chance más. Perdón, te amo. Siempre supe que es más fácil, escribir que hablar.

1 comentario:

Alejandra Santoro dijo...

Cada frase que leía de tu texto se volvía cada vez más borrosa...culpa de mi tendencia lacrimógena y no de la tipografía, claro.
Gracias por tu forma de ver las cosas, gracias por escucharme, de verdad...me hace muy bien.
Te quiero tanto.
Ale