sábado, 12 de diciembre de 2009

Son la una y cuarto de la madrugada, acabo de venir con mi papá de los Monoblocks. Tuve que buscar una capa roja que me presto Matías para la muestra de mañana. Estuve las diez cuadras de ida y las diez cuadras de vuelta mirando para todos lados, dándome vuelta en el coche cada vez que otro auto doblaba. Está bien, reconozco mi paranoia y mis miedos. Cuando doblo en la esquina de casa mi papá me dijo: "tene la llave de la entrada preparada" (Yo ya la tenía.) Pero fue cuando estaba estacionando el auto cuando me acordé del sueño que había tenido a la madrugada. Fue un sueño horrible, de esos que se sienten como vividos. Soñé que estábamos en la esquina: yo con dos chicas más que hasta ese momento no sabía quienes eran. También había un hombre normal (jo) pero más alejado. Nosotras esperábamos un taxi. Cuando el taxi llega nosotras nos subimos y le decimos al hombre si también quiere subir, así éramos cuatro y nos salía mas barato. (Eso pensaba en el sueño!!). El hombre accede a subir, y en el taxi me doy cuenta que las otras dos chicas eran Ale y Luli. Comienza el recorrido, realmente ignoro hacia donde íbamos. En el taxi estábamos sentadas: Ale, Luli, El señor y yo. Pienso que me gustaría estar al lado de mis hermanas y no al lado del Señor ese que no conocía. En ese momento, él me agarra del pelo y me lo empieza a tirar. Yo empiezo a gritar y mis hermanas no sé qué hacen. El del taxi no sé de qué lado está, pero sigue manejando. Yo tengo un miedo enorme, y no paro de gritar. El viejo (ya no es más un señor, ahora es un viejo de mierda) que hasta entonces no había hablado ahora me insulta y mucho. Yo abro la puerta del taxi y me tiro, (como si estuviera en una película.) No me hago nada, (como si estuviera en una película) pero igual siento el golpe. Ruedo, ruedo bastante. Y de repente estoy en la puerta del garaje de mi papá. (Los sueños tienen mucho de eso, desaparecer de una punta del mundo y aparecer repentinamente en la otra). Hay como una fiesta en el garaje, yo grito por favor que me abran la puerta. Los de adentro se reían, pensaban que estaba haciendo un chiste o no sé qué carajo pensaban pero no me abrían la puerta y yo me estaba desesperando. No puedo explicar los nervios que tenía porque me doy vuelta y atrás mio estaba el taxi estacionado con el viejo de mierda a unos pocos metros. No aguanto más, tengo el corazón por las nubes. Veo que Pedro se acerca a la puerta, le grito que me abra YA, pero no le explico nada. No sé qué pasó después, me acuerdo que estoy adentro del garaje pero no me acuerdo de haber contadoselo a nadie ni haber pedido ayuda. Tengo miedo por mis hermanas pero no hago absolutamente nada..
Después de eso me levanté, miré la habitación completamente desnuda de mi momentáneo hogar, y deseé que Luli estuviese durmiendo conmigo. Tenía una pierna destapada y la tapé. Luego escuché que había unos pajaritos cantando, me tranquilicé. Nada malo podía pasar si había unos pajaritos cantando..

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