Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope1, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
(Rayuela, Cortázar)
No se aflija, en la memoria de los tiempos venideros también nosotros seremos los tauras y los primeros. El ruín será generoso y el flojo será valiente, no hay cosa como la muerte para mejor la gente.
Jorgue Luis Borges
Se miran, se presienten, se desean, se acarician, se besan, se desnudan, se respiran, se acuestan, se olfatean, se penetran, se chupan, se demudan, se adormecen, despiertan, se iluminan, se codician, se palpan, se fascinan, se mastican, se gustan, se babean, se confunden, se acoplan, se disgregan, se aletargan, desfallecen, se reintegran...
Oliverio Girondo
“Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene deherrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas. Que te crezca, en cada uno de los poros,una pata de araña;que sólo puedas alimentarte de barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una aplanadora,al espesor de tu retrato. Que al salir a la calle,hasta los faroles te corran a patadas;que un fanatismo irresistible te obligue a prosternarteante los tachos de basura y que todos los habitantes de la ciudad te confundan con un meadero. Que cuando quieras decir: “Mi amor”,digas: “Pescado frito”;que tus manos intenten estrangularte a cada rato,y que en vez de tirar el cigarrillo,seas tú el que te arrojes en las salivaderas. Que tu mujer te engañe hasta con los buzones;que al acostarse junto a ti,se metamorfosee en sanguijuela,y que después de parir un cuervo,alumbre una llave inglesa.Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,para que los espejos, al mirarte,se suiciden de repugnancia;que tu único entretenimiento consista en instalarteen la sala de espera de los dentistas,disfrazado de cocodrilo,y que te enamores, tan locamente,de una caja de hierro,que no puedas dejar, ni por un solo instante,de lamerle la cerradura.”
1 comentario:
Sol :)
Me gusta el blog.
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